En el seminario Reforma Tributaria, Condonación del CAE y Nuevo Financiamiento Estudiantil de CLAPES UC, Camila Miranda realizó la presentación titulada «Repensar la Educación Superior: una oportunidad estratégica para el desarrollo».
La investigadora sostuvo que desde 1981, las políticas de financiamiento han sido uno de los elementos dinamizadores de la instauración y expansión de la Educación Superior. Al respecto afirmó que:
“se universalizó la expectativa de ser profesional, pero se agrieta la promesa de movilidad social”.
También indicó que “abordar la deuda educativa, además de ser un asunto de justicia y de responsabilidad del Estado, es un problema de sostenibilidad del sistema de Educación Superior”. Esto ya que no se ha realizado un uso racional de los recursos, considerando los efectos de la morosidad, así como la dependencia financiera de algunas instituciones con el CAE. Y fundamentalmente, que el fisco ya ha gastado un monto superior a la deuda total del CAE (vigente a diciembre de 2022): A diciembre de 2022 el saldo de deuda total del CAE para quienes se encontraban al día o en mora, fue de $6,3 billones. Mientras que, por concepto de recompra de créditos con recargo a la banca, el Estado ha gastado $6,5 billones entre 2006 y 2022. (Endeudar para gobernar y mercantilizar: El caso del CAE (2023). Fundación Sol). Además, al tomar como fuente de información los Informes anuales de Ejecución Presupuestaria al cuarto trimestre emitidos por DIPRES, es posible observar que los montos recuperados de créditos ascienden a cerca de 0,417 billones. (Primer Informe Crédito con Aval del Estado: Características de la población deudora e impactos.)
De ahí que, hablar de la condonación de la deuda educativa debe ir de la mano con reformar el sistema de financiamiento de la Educación Superior, superando el endeudamiento como forma de financiamiento estudiantil y dejando fuera a la banca; así como, por una revisión y ajuste de los objetivos de la Educación Superior, toda vez que el conocimiento, la formación integral del estudiantado y la inversión decidida en I+D son estratégicos para los desafíos de desarrollo del país.
¿Cómo se es capaz de volver a pensar y crear educación que pueda responder a las necesidades de la sociedad?
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