A menos de dos meses del plebiscito de salida, este sábado se desarrolló el primer encuentro entre Centros y Fundaciones de pensamiento social de la red «AprobemosxChile».

Con mucho entusiasmo compartimos la noticia de que la presidenta de la Fundación Nodo XXI, Camila Miranda, competirá como candidata del Frente Amplio en las elecciones para el Consejo Constitucional, que serán este 7 de mayo. Camila se integró como investigadora de la...
Este martes en una nueva edición de "Mesa de análisis" de T13, Álvaro Paci, conversó con Magdalena Vergara de Idea País y Camila Miranda, presidenta de Nodo XXI, quienes analizaron la reciente aprobación del TPP11 en el Senado y los últimos acontecimientos...
El proceso Constituyente en tanto proceso democrático y de deliberación colectiva, nos parece de la mayor significación y tenemos un balance muy positivo.
El jueves 30 de junio se realizó la segunda sesión del “Espacio de Coyuntura” convocado por Nodo XXI con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo – Oficina Cono Sur.
El documento está construido sobre la base de cuatro ejes principales; una democracia paritaria, plurinacionalidad, participación directa y vinculante de los sectores sociales organizados y una desconcentración y democratización institucional.
«Democratización de las instituciones económicas y nueva Constitución» se denominó el foro que reunió a Javiera Petersen, Carlos Ruiz, Gonzalo Martner y Roberto Pizarro. Instancia en la que coincidieron en la urgente necesidad de democratizar las instituciones que sostienen el modelo neoliberal y definen el rumbo económico del país, siendo ésta la tarea principal de las fuerzas de izquierda en la Convención Constitucional
En Chile, bajo un Estado subsidiario, lo sabemos de sobra: nadie tiene un derecho asegurado sino que debe ser objeto de atención estatal focalizada. Debe “merecer” su derecho, si cabe el término, sea por ser lo suficientemente pobre o lo suficientemente meritorio. Una vez “merecido” el derecho, se obtiene un bono para asistir a alguno de estos servicios.
Se debe asumir de manera sustantiva los desafíos del proceso constituyente. Éste no se limita al reemplazo de una ley constitucional por otra, sino que requiere la configuración de una nueva Constitución en sentido material. De un nuevo orden político concreto, que deje atrás los “30 años” de continuidad con el proyecto dictatorial contra los que se alzó la sociedad.
La nueva Constitución sólo podrá abrir paso a la superación del “orden público neoliberal” si afirma explícitamente la inauguración de una nueva etapa en la vida social y económica del país, donde sea la política democrática la esfera legítima de resolución de las diferencias de intereses, y de formulación de orientaciones sobre el desarrollo económico.