A cuatro años de la revuelta social, más allá de las simplificaciones, conversar sobre las causas y mirar sus impactos sociales y políticos es un ejercicio que permite situar, sin atajos, las tareas del presente. Es así que nos preguntamos por la vigencia de las...
En el marco del trabajo por Crisis de Cuidados y nuestros foros temáticos, el jueves 23 de julio nuestra directora Daniela López, junto a la diputada Camila Rojas y a la dirigenta de Anfummeg, Vesna Madariaga, conversaron sobre cuidados y seguridad social con dos expertas feministas de Colombia y Cuba.
Se trata de Natalia Moreno, profesora de Economía Feminista en la Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia, magíster en Estudios de Género, integrante de la Mesa de Economía Feminista de Bogotá y del grupo Género y Justicia Económica. Investigadora en temas de economía del cuidado y política fiscal con enfoque de género.
Y Ailynn Torres, investigadora postdoctoral del Grupo de Diálogo Global sobre «capitalismo autoritario, populismo reaccionario y respuestas emancipadoras» de la Fundación Rosa Luxemburgo. Además, investigadora asociada de FLACSO Ecuador y parte de Red «El Futuro es Feminista» de la Fundación Friedrich Ebert.
Desde Colombia, Moreno planteó que “llevamos varios años visibilizando este tema y esa visibilización no hubiera sido posible si no hubiéramos tenido las luchas en América Latina, donde se han dado estas movilizaciones históricas”.
La investigadora añadió que “lo que pasó en el 2019 con LasTesis es una cosa que hay que anotar en la historia, que haya logrado conectar a tantas mujeres en el mundo, eso dice mucho y todo eso está absolutamente relacionado con este despertar, que esta vez nace de América Latina y hoy en día las feministas estamos en las calles, haciendo política, en las universidades y en varios frentes de lucha”.
Natalia Moreno, comentó diversos lineamientos en Colombia que apuntan a reconocer los cuidados. Por ejemplo el impulso al servicio nacional – distrital de cuidados, que se está desarrollando desde Bogotá, la encuesta nacional del uso del tiempo, que reporta las estadísticas para el área. O el reconocimiento al sindicato de las madres comunitarias que existen hace 40 años, mujeres que han cuidado a niños y niñas en los barrios, y lo hicieron por décadas de manera gratuita; actualmente se reconoce su labor como un trabajo, vinculadas directamente al Estado.
En el ámbito de la contingencia y la pandemia, la profesora de economía feminista puso énfasis en el aumento de las denuncias por violencia de género incluso al 300% incluso en cuarentena, donde se supone que uno está más seguro, en sus casa. Así dio a conocer que organizaciones locales están solicitando un “Estado de Emergencia” por feminicidios, porque el país reporta 400 en 2020, de ellos 150 en cuarentena y 7 contra niñas menores de edad.
Profundizó respecto de la crisis laboral, donde el 62% de las mujeres no cotiza para sus pensiones, y está en trabajos informales, lo que se agudiza con los problemas de pobreza, donde el 30% de los hogares con jefatura femenina son pobres.
Asimismo, dio cuenta de la sobrecarga doméstica que está conectado con la informalidad y la pobreza. Las mujeres en Colombia destinan en promedio 13 horas y 24 minutos a trabajar. Casi 6 horas de ellas a labores no remuneradas, mientras 7 horas y 35 minutos a trabajo pagado. Sin embargo los hombres ocupan el 90% de su tiempo al trabajo remunerado, es decir una tercera parte de lo que destinan las mujeres. Según diversas cifras hay 3 horas de sobrecarga que recaen en las mujeres y los cuidados, que introdujo el período de pandemia.
Todo esto “plantea una oportunidad histórica enorme, si algo está sosteniendo la pandemia son los cuidados”, dijo la feminista. “Tenemos planeada hacer una estrategia de cuidados a nivel nacional y una comisión intersectorial” para dar cuenta de la oferta pública donde se pueda hacer tangible el “reconocer, reducir y redistribuir los cuidados, para aumentar la igualdad de oportunidades de las mujeres”, esgrimió.
“El cuidado es un derecho y que nunca habrá igualdad de género si no transformamos esa estructura de dominación -la más profunda para mi hacia las mujeres- que es la división sexual del trabajo”, destacó Moreno.
En tanto, Ailynn Torres, investigadora cubana sostuvo que la forma de abordar los cuidados es relativamente distinta en función de los territorios en América Latina. Además, apuntó que algunos gobiernos están teniendo una sensibilidad, pero la mayoría se está desmarcando de esta realidad.
Respecto de cifras económicas que plantea los cuidados, sostuvo que “si sacamos el promedio de cuánto equivaldría la contribución de las mujeres al PIB nacional en Latino América, con su trabajo doméstico de cuidados no remunerado, es del 20% del Producto Interno Bruto”.
Otro de los elementos a analizar “es la medida en que nuestros sistemas constitucionales habilitan o no habilitan una mayor discusión al respecto; y permiten y no permiten acoger la discusión al respecto porque tenemos países donde al menos en clave constitucional los cuidados está reconocido como trabajo y eso no es menor” esbozó la investigadora feminista.
“Porque los sistemas normativos abren la puerta a una mayor discusión al respecto y permiten un mayor alcance en términos políticos concretamente de esa discusión, y es más fácil la exigibilidad”.
Aylin Torres, recordó que en términos de la realidad cubana el año pasado se perdió la oportunidad en la Reforma Constitucional de incluir el trabajo no remunerado de cuidado como trabajo.
En el marco normativo hay políticas dedicadas al cuidado en Cuba, por ejemplo el país cuenta con abordajes sobre los cuidados de larga data, como los círculos infantiles o las licencias postnatal amplias, que incluye a los padres; sin embargo hay escasez y precariedad de servicios públicos relacionados a la materia, contó la feminista.
El tema de los cuidados no es un tema que esté en vocabulario político, el empuje que está teniendo América Latina es lograr poner a los cuidados al nivel de la salud pública de la educación y lograr incluirlo dentro de las políticas sociales. “La idea que los cuidados son un derecho es vital”, finalizó la investigadora cubana.
En el diálogo la dirigenta de Anfummeg, Vesna Madariaga, evidenció un abandono de las mujeres y abogó por un sistema plurinacional de cuidados “Vemos que hay una política del descuido desde el Estado, y como tal hay una política de violencia estatal, no tenemos garantizados los derechos, ni de cuidados, sin duda”.
Asimismo, la diputada Camila Rojas estableció inquietudes respecto de la posibilidad de colectivizar la crianza del hogar, y las corresponsabilidades al respecto. “Renovar los anhelos de qué crianza queremos, cuál es el rol del Estado. De no seguir reproduciendo las dinámicas de opresión hacia las mujeres”, sentenció.
La actividad fue realizada por la Fundación Nodo XXI y la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung en Chile, (FES Chile).
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