El jueves 30 de junio se realizó la segunda sesión del “Espacio de Coyuntura” convocado por Nodo XXI con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo – Oficina Cono Sur.

Ciper publica: El plan del gobierno para apoyar a quienes no pueden trabajar por la cuarentena ha sido muy criticado. En esta columna los autores analizan la viabilidad de un Ingreso Básico de Emergencia (IBE) para todos los mayores de 18 años en Chile (14,6 millones de personas). Proponen financiarlo, en parte, con un impuesto de 2% a quienes tienen más de U$5 millones de patrimonio. El shock económico que se avecina “debe ser distribuido equitativamente, evitando que los más desaventajados paguen los mayores costos. Una forma bien documentada para hacerle frente es el ingreso básico”, escriben.
La Tercera: Ayer la mesa nacional del bloque pidió a los jefes de los partidos de Chile Vamos una reunión para debatir medidas sanitarias y ecónomicas en el marco de un «diálogo político y social». ¿Una tregua después de los meses que siguieron al 18 de octubre? No exactamente: en el FA sinceran que en vez de seguir planteando propuestas y acciones por separado que resultan inocuas frente a un Estado con amplias atribuciones, es más efectivo sentarse con sus adversarios.
El Mostrador: La fórmula ha sido sinónimo de agobio escolar para docentes, apoderados y estudiantes. La falta de claridad en la información y la diversidad de fórmulas que utilizan los colegios para abordar la educación remota, han generado varios problemas ligados a la falta de conexión a Internet, la pobreza y hacinamiento en los hogares vulnerables. El dilema que no se ha resuelto, según los especialistas y profesores, es que la educación en tiempos de crisis sanitaria debería estar al servicio de la contención y enseñanza sobre lo que ocurre, en función de resguardar la vida de las personas y no de cumplir con el calendario académico.
Trabajadoras invisibles que con dicha labor y sin tiempo vital de descanso sostienen la vida y su defensa, ante la fallida política binaria del estado o el mercado, que ha negado históricamente a las mujeres pero que en momentos de crisis no resiste sin ellas
Un confinamiento ha sido decretado en varias comunas de la Región de Santiago. Muy poco y muy tarde, denuncian los chilenos que conservan intacta su rabia contra el gobierno.
El Ministerio del Trabajo y Previsión Social no escucha estas demandas. Se reúne incluso con gremios empresariales como la CPC o la Asociación de Isapres, pero no considera espacio alguno para dialogar con sindicatos. Así las cosas, se repiten las recetas de la crisis del 2008, donde los trabajadores pagan las consecuencias y se abrieron nuevos mercados para el gran empresariado. Una vez más, el Gobierno sigue sin entender que los costos de una posterior crisis económica se van a agudizar si no se establecen condiciones mínimas de garantía y resguardo de las condiciones de vida de las y los trabajadores.
El neoliberalismo avanzado, tiene una peculiaridad en nuestro país, y es que en ninguna parte del mundo, como nosotros somos los conejillos de indias de este experimento que empieza básicamente el año 1975, cuando los Chicago Boys desplazan de la junta militar de la dirección militar a los llamados neodesarrollistas de Fernando Léniz y entra Sergio de Castro, ya vamos a cumplir medio siglo, de esa ininterrumpida experiencia que primero tiene apellido militar y después tiene apellido civil, eso tu no lo tienes como registro en ninguna parte del mundo.
En entrevista con Radioanálisis, el también académico de la Universidad de Chile, se refirió al complejo escenario que supone la pandemia y cómo, a pesar de esto, la mentalidad del “18-O” se mantendrá.
El sociólogo asegura que “el grado en que aquí se mercantiliza la vida cotidiana no tiene par. Lo tienes que explicar en todas partes porque no lo entienden”.
La crisis de la pandemia del Covid-19, a nivel mundial, ha develado que además de ser una crisis de salud pública -o falta de ella-, es una crisis del modelo neoliberal en toda su expresión, también si se trata de la violencia económica que día a día se ejerce contra las mujeres en su calidad de cuidadoras principales de hijos e hijas.